El Ayuntamiento de La Laguna trabaja desde hace años para tratar de concienciar a los jóvenes sobre los males del consumo de drogas y su banalización social. La nueva política municipal en materia de drogodependencia prima por ello a la persona y sus valores familiares, dejando de lado las sustancias.
Hace cincuenta años, los técnicos en drogodependencia combatían el consumo de sustancias estupefacientes focalizando su atención en las propias drogas y dejando de lado el concepto de persona. No funcionó. Décadas después, el sistema pasó a igualar en importancia ambos conceptos. Y tampoco funcionó. Hoy en día, lo que vale es la persona y su entorno, y la droga, cualquiera que sea, es reducida a su mínima expresión. Y sí funciona.
Esta es la política que, desde hace años, está llevando a cabo el Ayuntamiento de La Laguna para intentar disminuir el uso de drogas en el municipio, según explicaron el concejal de Deportes, Javier Álvarez, y Miguel Tomé, técnico de Drogodependencias que trabaja para la corporación.
En este mundo, que se mueve a base de lemas que buscan remover el interior de los drogodependientes, destaca uno por encima de todos: "Un solo uso puede acarrear problemas". No importa la droga que sea, no importa lo bien pintada que esté en la sociedad. Son drogas, y como tales actúan; atrayendo, enganchando, engullendo y matando.
Cada lema es el producto de "una idea fuerza", un concepto sobre el que se fundamenta la lucha contra la drogadicción. Son muchas, pero todas ellas van en la misma dirección. "Lo primero y fundamental es tener claro que toda situación de uso de drogas no es más que una conducta no saludable fruto de los valores de la sociedad en que vivimos", explica Tomé.
La segunda "idea fuerza" que explica la facilidad con la que muchos jóvenes se inician en el consumo de drogas es "su banalización" (sobre todo el cannabis). "No pasa nada, yo controlo", esta es la frase que más escuchan los técnicos en drogodependencia. Pero, en el fondo, nadie controla.
Otra de las "ideas fuerza" sobre las que trabaja la corporación es el hecho de que "este no es un problema del ayuntamiento, ni de los médicos, ni de los políticos, es un problema de todos, y todos tienen que poner de su parte".
Sobre estas bases, el consistorio ha elaborado una línea de actuación que pasa por trabajar la prevención con la familia, según detalla Javier Álvarez.
"Trabajamos con la familia desde que los menores tienen tres años para generar en ellos hábitos y competencias sociales. Se trata de que cada niño escriba su propia historia, de que sean capaces de gestionar sus propios riesgos", y esto sólo se consigue teniendo una base de valores muy fuerte y asentada, indica Tomé.
¿Por qué te drogas?.- ¿Por qué se droga una persona? Si se sabe el porqué, se saben las respuestas. Al respecto, Miguel Tomé señala que "todo radica en el contexto donde esa persona se mueve y donde se ha educado, en sus valores y hábitos de vida. Nuestro reto es cómo llegamos a las personas pro experimentadoras, aquellas que consideran que experimentar con una sustancia es algo deseable".
A la hora de hablar de cifras y estadísticas, Miguel Tomé muestra su preocupación por el alarmismo que crean y por la poca funcionalidad que tienen. "El difundirlas no cambia nada porque la gente ya está habituada a oír los elevados consumos de cocaína", manifiesta este técnico.
Aún así, los números sirven para hacerse una composición de cómo camina el consumo de las diversas sustancias estupefacientes en La Laguna.
Para el ayuntamiento, el foco de preocupación principal en la actualidad es el consumo de cannabis. "La edad media en la que un niño fuma por primera vez cannabis está entre los 14 y los 15 años. Contra esto hay que desarrollar dos actuaciones muy serias, en cuanto prevención y en cuanto a control policial, porque si yo soy padre no me gusta que mi hijo vea a alguien fumando maría por la calle", explica Tomé.
Asimismo, el técnico en drogodependencias cuenta que, "a efectos asistenciales, hablamos de policonsumidores: personas que consumen varias sustancias".
Por otro lado, "en nuestro municipio están fumando, de manera diaria, el 30% de las personas. Pero en este dato destaca el hecho de que, en la franja de edad de entre 25 y 35 años, son más las mujeres que fuman que los hombres", certifica Miguel Tomé.
Cada droga conlleva una preocupación. Del alcohol, su alto consumo los fines de semana; del cannabis, su baja percepción de riesgo. De hecho, los jóvenes de La Laguna creen que fumar tabaco perjudica más que fumar cannabis. Algo que se explica por la cantidad de años que algunos sectores de la sociedad llevan diciendo que este tipo de droga es "guay". Pero Tomé relata que ha visto niños con "ingresos psiquiátricos, con alucinaciones. Niños pequeños".
Con todo, tanto Álvarez como Tomé se muestran escépticos sobre la concepción que los mayores tienen de la juventud. "No todos son fumadores de cannabis. Sólo el 19% de los jóvenes de entre 15 y 24 años lo fuman. Lo que pasa es que este 19% hace más ruido que el 81% restante", explica el concejal de Deportes.
El "Baúl volador" es uno de los programas para la prevención del consumo de drogas que el ayuntamiento está impartiendo en 30 centros escolares del municipio. Esta actuación se centra en niños de tres a 12 años, con los que se trabaja de forma conjunta con padres y profesores.
Fuente: eldia.es
Hace cincuenta años, los técnicos en drogodependencia combatían el consumo de sustancias estupefacientes focalizando su atención en las propias drogas y dejando de lado el concepto de persona. No funcionó. Décadas después, el sistema pasó a igualar en importancia ambos conceptos. Y tampoco funcionó. Hoy en día, lo que vale es la persona y su entorno, y la droga, cualquiera que sea, es reducida a su mínima expresión. Y sí funciona.
Esta es la política que, desde hace años, está llevando a cabo el Ayuntamiento de La Laguna para intentar disminuir el uso de drogas en el municipio, según explicaron el concejal de Deportes, Javier Álvarez, y Miguel Tomé, técnico de Drogodependencias que trabaja para la corporación.
En este mundo, que se mueve a base de lemas que buscan remover el interior de los drogodependientes, destaca uno por encima de todos: "Un solo uso puede acarrear problemas". No importa la droga que sea, no importa lo bien pintada que esté en la sociedad. Son drogas, y como tales actúan; atrayendo, enganchando, engullendo y matando.
Cada lema es el producto de "una idea fuerza", un concepto sobre el que se fundamenta la lucha contra la drogadicción. Son muchas, pero todas ellas van en la misma dirección. "Lo primero y fundamental es tener claro que toda situación de uso de drogas no es más que una conducta no saludable fruto de los valores de la sociedad en que vivimos", explica Tomé.
La segunda "idea fuerza" que explica la facilidad con la que muchos jóvenes se inician en el consumo de drogas es "su banalización" (sobre todo el cannabis). "No pasa nada, yo controlo", esta es la frase que más escuchan los técnicos en drogodependencia. Pero, en el fondo, nadie controla.
Otra de las "ideas fuerza" sobre las que trabaja la corporación es el hecho de que "este no es un problema del ayuntamiento, ni de los médicos, ni de los políticos, es un problema de todos, y todos tienen que poner de su parte".
Sobre estas bases, el consistorio ha elaborado una línea de actuación que pasa por trabajar la prevención con la familia, según detalla Javier Álvarez.
"Trabajamos con la familia desde que los menores tienen tres años para generar en ellos hábitos y competencias sociales. Se trata de que cada niño escriba su propia historia, de que sean capaces de gestionar sus propios riesgos", y esto sólo se consigue teniendo una base de valores muy fuerte y asentada, indica Tomé.
¿Por qué te drogas?.- ¿Por qué se droga una persona? Si se sabe el porqué, se saben las respuestas. Al respecto, Miguel Tomé señala que "todo radica en el contexto donde esa persona se mueve y donde se ha educado, en sus valores y hábitos de vida. Nuestro reto es cómo llegamos a las personas pro experimentadoras, aquellas que consideran que experimentar con una sustancia es algo deseable".
A la hora de hablar de cifras y estadísticas, Miguel Tomé muestra su preocupación por el alarmismo que crean y por la poca funcionalidad que tienen. "El difundirlas no cambia nada porque la gente ya está habituada a oír los elevados consumos de cocaína", manifiesta este técnico.
Aún así, los números sirven para hacerse una composición de cómo camina el consumo de las diversas sustancias estupefacientes en La Laguna.
Para el ayuntamiento, el foco de preocupación principal en la actualidad es el consumo de cannabis. "La edad media en la que un niño fuma por primera vez cannabis está entre los 14 y los 15 años. Contra esto hay que desarrollar dos actuaciones muy serias, en cuanto prevención y en cuanto a control policial, porque si yo soy padre no me gusta que mi hijo vea a alguien fumando maría por la calle", explica Tomé.
Asimismo, el técnico en drogodependencias cuenta que, "a efectos asistenciales, hablamos de policonsumidores: personas que consumen varias sustancias".
Por otro lado, "en nuestro municipio están fumando, de manera diaria, el 30% de las personas. Pero en este dato destaca el hecho de que, en la franja de edad de entre 25 y 35 años, son más las mujeres que fuman que los hombres", certifica Miguel Tomé.
Cada droga conlleva una preocupación. Del alcohol, su alto consumo los fines de semana; del cannabis, su baja percepción de riesgo. De hecho, los jóvenes de La Laguna creen que fumar tabaco perjudica más que fumar cannabis. Algo que se explica por la cantidad de años que algunos sectores de la sociedad llevan diciendo que este tipo de droga es "guay". Pero Tomé relata que ha visto niños con "ingresos psiquiátricos, con alucinaciones. Niños pequeños".
Con todo, tanto Álvarez como Tomé se muestran escépticos sobre la concepción que los mayores tienen de la juventud. "No todos son fumadores de cannabis. Sólo el 19% de los jóvenes de entre 15 y 24 años lo fuman. Lo que pasa es que este 19% hace más ruido que el 81% restante", explica el concejal de Deportes.
El "Baúl volador" es uno de los programas para la prevención del consumo de drogas que el ayuntamiento está impartiendo en 30 centros escolares del municipio. Esta actuación se centra en niños de tres a 12 años, con los que se trabaja de forma conjunta con padres y profesores.
Fuente: eldia.es
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