La cocaína es un alcaloide que procede de un arbusto, cuya denominación botánica es Erytroxilon. Se trata de un potente estimulante cerebral. Su cultivo se centra, fundamentalmente, en los países del altiplano andino (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú). Desde hace siglos mascan las hojas procedentes de la planta, para liberar su principio activo y experimentar sus efectos.
En España, el consumo de cocaína será prácticamente inexistente hasta iniciada la segunda mitad de la década de 1970. Hoy, el número de consumidores en polvo crece preocupantemente. Nuestro país es el gran receptor europeo de cocaína. La mayor parte de la que se distribuye en el continente entra por nuestras costas.
La cocaína es blanca, cristalina, amarga e inodora y entumece los labios y la lengua. Produce una sensación física que se puede describir como un incremento intenso y súbito de energía y vigor. Esos efectos generalmente duran unos 30 minutos, y después el usuario debe aspirar cocaína en cantidad creciente para mantener las sensaciones mencionadas. Se consume diluida en agua e inyectada o bien aspirada por las fosas nasales. Los efectos estimulantes de la cocaína producen:
- Aceleración del ritmo cardiaco y del pulso.
- Aumento de la presión sanguínea.
- Dilatación de las pupilas.
- Dolor de cabeza.
- Náuseas.
- Vómitos.
- Alucinaciones.
Asimismo afecta a los pulmones y causa problemas respiratorios, daños irreversibles en el cerebro y defectos congénitos en el feto si se usa durante el embarazo. Entre los síntomas más comunes se encuentran los trastornos del sueño y la fatiga crónica. Los consumidores que aspiran la cocaína padecen tos crónica, dolor de garganta, congestión pulmonar, causadas por la inhalación frecuente de vapores de cocaína.
Los efectos conscientes de la cocaína duran poco, y sus consumidores desarrollan pronto una tolerancia que les lleva a duplicar y triplicar la cantidad administrada en una hora. Su capacidad para crear tanto tolerancia como dependencia psicológica son hechos probados mientras que no existen evidencia clínica de que la cocaína produzca dependencia física.
El síndrome de abstinencia que provoca puede durar meses y consiste en la aparición de cuadros depresivos, insomnio, irritabilidad, anorexia,… y requiere tratamiento.
El síndrome de abstinencia que provoca puede durar meses y consiste en la aparición de cuadros depresivos, insomnio, irritabilidad, anorexia,… y requiere tratamiento.
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