Los hábitos de los padres influyen de una forma decisiva en la conducta de sus hijos, especialmente en lo relativo al consumo de alcohol y tabaco, fracaso escolar y práctica deportiva, según un estudio realizado por la Fundación Kovacs entre 4.019 escolares mallorquines, de entre 13 y 15 años, y 7.359 padres.
El consumo de tabaco y alcohol es muy común entre los adolescentes y se ha convertido en un problema de salud pública. A diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos y en la mayoría de los países europeos, en España se han realizado pocos estudios para analizar la influencia de los hábitos paternos en el consumo de alcohol y tabaco en los jóvenes.
Por ello, con el objetivo de determinar la influencia del nivel socioeconómico y los hábitos de los padres en los de los adolescentes españoles, la Fundación Kovacs y la Dirección General de Menores y Familia de la Conselleria de Presidencia del Govern balear acometieron en 2005 el estudio “La influencia de los padres sobre el consumo de alcohol y tabaco y otros hábitos de los adolescentes” que acaba de publicar la Revista Española de Salud Pública.
En el estudio han participado 4.019 adolescentes escolarizados en 44 centros de Mallorca (dos centros privados, quince concertados y veintisiete públicos) y 7.359 padres. Según destaca el doctor Francisco Kovacs, primer autor del estudio, los resultados reflejan que “el bajo nivel socioeconómico de los padres y el que la madre beba alcohol tienen el efecto más determinante sobre el consumo de alcohol y tabaco por parte de los hijos”. Además, prosigue, “los hijos tienden a reproducir los hábitos de sus padres, como la práctica de deportes o el consumo excesivo de televisión”.
El doctor Kovacs subraya que “estos resultados “sugieren que los padres deben asumir su responsabilidad en la educación de los hijos y ejercer como padres, no como amigos o colegas”.
En lo que respecta al estudio, se han utilizado métodos previamente validados para recoger datos sobre la salud y los hábitos de los escolares de entre 13 y 15 años y de sus padres. Mediante modelos de regresión logística múltiple se analizó la influencia de los hábitos y costumbres de los padres sobre los de los hijos.
Para ello, se recogieron mediante cuestionarios los datos relativos al consumo de alcohol, de tabaco, rendimiento académico, práctica de deporte adicional a los obligatorios en la escuela y consumo de televisión (horas al día) entre los adolescentes. Igualmente se recabó la información sobre la edad, la ingesta de alcohol y tabaco, la práctica habitual de deportes, el consumo de televisión y el nivel socioeconómico entre los padres.
Los resultados reflejan que las madres fuman y beben menos que los padres (el 54,51% y el 43,28%, frente al 55,11% y el 73,13%, respectivamente). No obstante, la diferencia entre los sexos es de signo opuesto entre los hijos, entre los que las chicas fuman más que los chicos, y beben aproximadamente lo mismo (fuman el 13,56% de ellas y el 8,61% de ellos, mientras que beben el 20,93% de ellos y el 20,22% de ellas).
Curiosamente, mientras que el hecho de que el padre beba alcohol no tiene influencia sobre sus hijos, el que la madre lo haga prácticamente dobla el riesgo de que sus hijos adolescentes lo hagan y, especialmente, sus hijas (entre las que el que la madre beba aumenta un 253% el riesgo de que lo hagan). Curiosamente, el que la madre beba también aumenta el riesgo de que sus hijos, y especialmente sus hijas, fumen (ese riesgo aumenta un 217% entre las hijas de las madres que beben). Esos hallazgos podrían sugerir que el hecho de que la madre (y no el padre) beba alcohol aumenta los hábitos tóxicos de sus hijos (y especialmente de sus hijas) en general, y futuros estudios deberán profundizar en su explicación.
El número horas que los padres ven la televisión cada día y el que hagan deporte influye en los hábitos correspondientes de sus hijos, pero no en el que estos beban alcohol o fumen. El nivel sociocultural de los padres influye en muchos aspectos de los hábitos y las conductas de sus hijos; aumenta el riesgo de que fumen, beban alcohol, suspendan asignaturas, no practiquen deporte y vean más horas de televisión.
Es Iimportante destacar que que esos resultados han sido similares entre los estudiantes de colegios públicos, privados y concertados, y que los modelos de regresión reflejaron que el tipo de escolarización no modifica la influencia de los padres en los hábitos, actitudes y rendimiento de sus hijos.
Los resultados de este estudio también demuestran que la influencia de la conducta de la madre es mayor que la del padre, que las hijas son más susceptibles que los hijos a la influencia de sus padres, que el hecho de que la madre (no el padre) beba está asociados a un mayor consumo de alcohol y tabaco entre los adolescentes, y que el que ambos padres beban está asociado a un mayor riesgo de que sus hijos beban, pero no fumen.
También demuestran que, con independencia del tipo de colegio en el que estén escolarizados, el que el nivel sociocultural de los padres sea bajo influye negativamente en muchos aspectos de sus hijos; aumenta el riesgo de que fumen, beban alcohol, suspendan asignaturas, no practiquen deporte y vean más horas de televisión.
Fuente: mallorcadiario.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario