jueves, 25 de septiembre de 2008

DECLARAN LA GUERRA A LOS FUMADORES DE PORROS


Italia ha emprendido una auténtica cruzada contra el vicio. Tras declararle la guerra a la prostitución callejera ahora le llega el turno a las drogas.

En nombre del «decoro urbano» la Alcaldía de Milán, en manos del centroderecha, ha anunciado su intención de imponer fuertes sanciones económicas a todo aquel que ose consumir drogas en lugares públicos, sin hacer distinción entre drogas duras y drogas blandas. Lo que significa que, a partir de mediados del mes próximo -cuando se prevé que entrará en vigor la ordenanza municipal-, fumarse un porro por las calles de Milán, dentro del coche o al resguardo de un local podrá conllevar una multa de hasta 500 euros. Y eso que, en Italia, el consumo de cannabis está despenalizado.

«La prohibición de consumir drogas en lugares públicos se basa en motivos de decoro urbano», subraya el prefecto de Milán, Gian Valerio Lombardi. «Queremos mandar un mensaje claro contra el enorme consumo de estupefacientes que registra esta ciudad», declara Ricardo De Corato, el vicealcalde de Milán. Y, a decir de las estadísticas, la droga más utilizada en Milán es el cannabis, de la que en la ciudad se calcula que se consumen 24 dosis al día por cada 1.000 habitantes. Su uso está especialmente extendido entre los jóvenes.

«La ordenanza se verá acompañada de políticas sociales de rehabilitación y reinserción», advierte por su parte Letizia Moratti, primera edil de la ciudad y conocida por sus férreas posiciones prohibicionistas respecto a las drogas, así como por su rechazo a distinguir entre drogas duras y blandas. De hecho, hace dos años distribuyó a los padres de chavales de entre 13 y 16 años miles de test para que averiguasen si sus hijos consumían sustancias prohibidas. «En la escala del degrado urbano fumar un porro en público se encuentra en el centésimo puesto», se queja en declaraciones a La Stampa Dario Fo, quien en 2006 se presentó a las elecciones primarias que celebró el centro-izquierda para elegir a su candidato a la Alcaldía de Milán, y en las que quedó en segundo puesto. «Y el policía municipal que debe imponer las multas, ¿cómo sabe que lo que me estoy fumando es un porro y no tabaco liado? Tendrá que fumar también él para saberlo. Ya me imagino el diálogo: 'Alto, ¿puedo darle una calada?'», se mofa el Premio Nobel de Literatura, que ya ha advertido que en cuanto entre en vigor la nueva disposición acudirá a la Piazza del Duomo a fumarse un canuto.

Pero la de las drogas es sólo la primera de cuatro ordenanzas contra el degrado urbano sobre las que antes de finales de este mes Moratti estampará su firma. El municipio aumentará las multas que impone a los clientes de las prostitutas, y que pasarán de los 167 euros actuales a los 500. También se incrementarán las sanciones contra los grafiteros, quienes además se verán obligados a limpiar los edificios sobre los que realicen sus pintadas. Y asimismo el Ayuntamiento impondrá sanciones contra los mendigos que molesten a ciudadanos y turistas, en un intento por vaciar el centro de mendicantes.

Fuente: El Mundo

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